Mierda tras mierda


Cortesía de http://www.fotolog.com/arika_punkaos/65393085

La neta no sé qué es lo que pasa, llevó casi una semana completa entre la mierda. Mi intención no es ganar adeptos con esta entrada, es algo que simplemente debo escribir.Soy una persona de la clase obrera, si, de esa clase obrera que aún no tiene vehículo, la verdad es que la idea me llama mucho la atención, sin embargo, la situación actual en la que me encuentro me obliga a tener que caminar diariamente un tramo no mayor a 500 metros que divide mi colonia del resto de la ciudad.

No sé si es una mala jugada del destino, el artístico culo de algún ciudadano tabasqueño, o la mala vibra de este puente; por cierto el puente del que hablo es, el puente solidaridad. Si bien es cierto que la idiosincrasia del tabasqueño es bastante peculiar, también es bastante triste ver que son los más sucios del sureste mexicano.

Esto no lo escribo sin la experiencia de haber viajado a otros estados del sureste, Chiapas, Quintana Roo, Campeche, Oaxaca, por mencionar algunos.

Definitivamente Villahermosa es una ciudad de dos mentiras, esto es un chiste ya viejo para la gente local, pero muy real. Villahermosa ni es villa y mucho menos hermosa, sin embargo esto no se debe a la estructura misma de la ciudad, o a la vegetación, o a sus animales.

Esto se debe a la gente misma.

¿A qué quiero llegar con todo esto?

Es simple, como todo obrero tengo una rutina diaria semana tras semana, me levanto a las 6:30 de la mañana y me alisto para ir al trabajo, pues debo estar a las 8:00 en punto ahí, algo que para ser sincero, no he logrado hasta ahora.

En fin… volviendo lo mismo, a las 7:45 de la mañana tomó un vehículo llamado pochimovil que me lleva desde mi colonia, la manga 3, hasta el mencionado puente, como siempre la mañana es fresca, estoy de buen humor, y el haber tomado un buen baño me hace sentir que el día será genial.

El pochimovil llega exactamente 10 minutos después a la base del puente peatonal, a pesar de que mi esposa está en desacuerdo ante la idea de pagar más por este servicio casi siempre trato de dar seis pesos al conductor creo que su trabajo bien lo vale.

Después de eso me dirijo a la rampa para subir el puente.

Aquí es donde la maldición inicia, tras subir los primeros dos niveles se siente la fetidez del excremento de las palomas que rondan por esos lugares, no… más bien que han hecho de ese lugar su hogar, sin embargo hasta ese momento todo es permisible, la peor de todo es que cuando ya está cerca del último nivel, pensando que nada puede ser peor y con la poca condición física con la que el tabasqueño promedio cuenta, por lo general necesita tomar más aire del normal.

Entonces, un nauseabundo aroma invade tu nariz, es inevitable, pues como dije antes, es necesario respirar ante la fatiga del ascenso, tratas de no hacerlo pero el aroma se extiende por dos niveles más, así que ni correr ayuda en mucho.

Es como morir, toda tu mañana pasa ante tus ojos, recuerdas lo feliz que estabas hasta después del baño matinal y lo difícil que será el día en el trabajo, pero no tanto como para no querer ir; repentinamente, estas de nuevo en tu presente; subiendo las pendientes del puente y justo frente a ti, yace inerte, casi pálido y rodeado de insectos que se dan un festín.

¡La mierda de un hijo de puta que se ha cagado justo a medio puto maldito puente!

Todo el día se vuelve una mierda, pues si llevas el estomago lleno, esa maldita mierda te lo revuelve y si lo llevas vacio ese aroma a mierda te persigue durante lo que queda de la mañana y el hambre se esfuma como un pedo fugaz frente a la brisa de un rio caudaloso.

Pero justo al final del día, después de que has hecho tu labor, te duele el cuerpo y solo piensas en volver a casa, con los tuyos, una idea sacude tu mente y dices: “Justo cuando pensé que no podía ser peor, una bocanada de esa mierda, me espera en el puente”.

¿Y qué creen?…

Justo cuando crees que nada puede ser peor, te das cuenta que llevas una semana completa, oliendo mierda, por que el hijo de puta cagon, no se ha cagado solo una vez en un solo nivel, si no que como si fuera un chiste, el desgraciado se ha ido cagando un nivel por día y caes en la cuenta de que el puente tiene 5 niveles y todos cagados.

Por la gracia de Dios o la madre naturaleza este fin de semana llovio y el agua de lluvia se llevo la mierda.

Habría sido un día excepcional si no fuera porque una “chamaca” estúpida que comía unos tacos de 1.00 peso de cochinita pibil, tiro una servilleta sucia en la plaza del parque que pertenece al puente y le dije: -¿Que puerca eres mija, eso te enseñan en tu casa o en la escuela?- y ella dignamente contesto: “Me vale madres” a lo que yo simplemente pensé, si una promedio más del montón.

Un llamado desde este sitio para el hijo de puta que se caga en el puente de Solidaridad: “O sales de tu casa bien comido, orinado y cagado o no salgas a destruir la vida de los otros”

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